miércoles, 5 de enero de 2011

Litera



De pronto dejas de perder cosas: gomas, sacapuntas, anillos, esclavas, relojes, llaves y hasta documentos importantes, pues se ha convertido en una de tus manías arraigada desde hace años.

Recostado, hundido y tranquilo, estás en tu litera. Sólo piensas en cómo recuperar lo que has perdido y basta con sólo cerrar tus ojos y quedar dormido, perdidamente inmerso en el las manos de Morfeo. Sueñas de que juegas a atrapar el objeto perdido, despiertas cuando lo has atrapado y sientes pesadas tus manos, inexplicablemente tus piernas dan un salto fuera de la cama y observas que arriba de tu litera está tu objeto; el mismo que has perdido hace tiempo y has rescatado de tus sueños hace unos segundos en que dormías. Te pones el reloj en la muñeca izquierda y sales inexplicablemente maravillado de lo que ha sucedido. Pasan los días más grandiosos de tu vida, has recuperado objetos tan valiosos como tu pasado, sólo duermes y saltas a diario, has juntado todo un mundo de recuerdos.

Una mañana fría y soleada, piensas quizás que si duermes arriba de la litera y sueñas atrapando lo que no tienes, lo que hubieras deseado tener, quizás se te cumplirá, sería como pedirle a un genio del cuento de la lámpara maravillosa o algo así, sólo que ahora tú serás el genio y no sólo tres deseos te pedirías.

Así que sueños a la obra, dices entusiasmado y acomodas tu almohada arriba de tu litera, duermes profundamente manipulando tus sueños: de mujeres exuberantes, alfombras finas, joyas de oriente, diamantes ricos y desconocidos y toda obra de arte conocida y por conocer; en tanto, todo lo que has deseado en el sueño, cuando despiertas y saltas a observarlo debajo de ti, a tus pies incluso una mujer bellísima de pies a cabeza; has hecho realidad los objetos más caros que deseas tener, así pasa el tiempo entre lujos y deseando más y más objetos, ya has olvidado y perdido demasiados, no recuerdas cuánto ni cuántos que ni así piensas recuperarlos, por que a ti no te importa más lo extraviado, que no te encuentras a ti mismo y pierdes la cabeza durmiendo y deseando y teniendo.

Así sucedió que un día sueñas con una preciosa camioneta roja y grande como la que tanto te presumen los vecinos de al lado y te recuestas en el primer nivel, y comienzas a soñar tan rápido que te has hecho experto en manipular tus deseos en sueños que de pronto escuchas que cruje espantosamente el nivel de hasta arriba de tu litera y te aplasta pavorosamente aquella camioneta enorme destrozando todos tus huesos, sólo el cráneo está consciente por un tiempo en el hospital. Esta es la última vez que ha confundido tus deseos y los niveles de una litera, ahora sólo duermes eternamente hasta que otra persona te rescate de sus sueños.

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