miércoles, 5 de enero de 2011

Defectos


¿Cuál es mi problema, señor? Quiero ser gente buena, equilibrar mis defectos para que se noten más mis virtudes. Yo sé que tengo faltas que, demeritan mi calidad de persona, soy pecador como todo hombre. Pero, señor, hazme desde ahora ver cuáles son los baches de mi alma, y ayudarme a enderezar mi sendero, dame la mano y la visión para poder hacer al final de mi existencia una razón que valga esta oportunidad que me diste. Si enumerara mis defectos que tú ya bien conoces; dame la luz de ser sincero, y abrirme a ti con los calificativos acordes: soy egocentrista, impulsivo, mujeriego, posesivo y cursi, además de tragón con cualquier dulce. Dame, señor, la lucidez para controlar esas violentas pasiones, tú más que nadie debe saber conocer mejor que mi madre, vuélcame sobre el lienzo más proclive a crear un hombre coherente y afín con lo que escribe. Sólo una lucecita, señor, controla mis violentas pasiones y hazme sentirme feliz con lo que tengo y he recorrido, la capacidad de ver hacia atrás y sentirme conforme. Gracias, señor, por escucharme y pedirte más luz; para algún día alcanzar tu gracia como un buen hombre.

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