domingo, 27 de febrero de 2011

Camarita


Hoy no me fallaste, camarita, tu lente limpio, visor, tu LCD, tu batería. Estoy contento, camarita, no tanto porque tú me acompañaras. Es la oportunidad que hace tiempo esperaba. Nos vamos a Manzanillo, tú filmaras las olas del mar, estarás en mi mano, como mi predilecta compañera de viaje. No me dejarás, serás mis ojos, mis oídos y mi gusto por las grandes olas. Nos vamos en unos días, camarita, te irás en la mochila verde, sí, esa bonachona que luego cargo a la espalda cuando ando de pata de perro con mis cuates de Tlaxcala. Total, hay que arreglar papeles importantes, la ropa suficiente y el dinero ahorrado. Llegaras a un lugar, a un punto nuevo y novedoso, tendrás que hacer una vida, aclaro, no te casarás, aunque eso implique germinar para ti más vida. Así eres feliz, libre. Una cosa más, aquí dejarás amigos, conocidos, mujeres; allá no debes enamorarte, debes seguir pisando con cuidado la casa del jabonero, porque la pastilla del corazón anda en todos lados. Bueno, las maletas están dispuestas, no será sencillo hacer las cosas, dejaras truncas algunas, no será sencillo, ¿Quién dijo que era fácil?

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