domingo, 20 de febrero de 2011

Horas después de la Taberna de Moe




Será muy tranquila, carnal, pero no es una mujer buena. Disculpa que a estas alturas te venga diciendo esto, pero creo debes saber a lo que te atienes si algún día se te sube la calentura, como a mí hace unos días. Pero no decirte de más, el jueves fui a ver a Elvira, la mera verdad iba en plan de amigo, en plan de charlar un rato con ella, pero sí, terminamos en la cama. Recuerdo que la encontré sentada frente a la computadora, mirando no sé qué, y tecleando para enviar un mensaje al que estaba del otro lado del monitor; estaba en el chat, entretenida. Pero en cuanto me vio se le iluminaron los ojos como una chinampina. Total, que nos ponemos a charlar hora tras hora. Sus hijos estaban allí; no nos provocaban mayor problema que, reírnos de algunas de sus ocurrencias dichas o hechas. Total, para no ir más lejos, cerramos el local; apagando las últimas computadoras, y finalmente colocando una demasía de candados en las rejas. Sus hijos estaban atrás de nosotros. Íbamos en su bocho floreado y rosa, para hacer la cuenta en el local que tiene en la calle de Marruecos. Pero a lo que vamos, es que luego fuimos a su casa. Dejamos a sus hijos para que durmieran, y nos justificamos para salir a tomar una cerveza. Has de recordar aquel bar, justo en la avenida Villa, dando la vuelta a la esquina de la Zapatería París. Total, el bar se llama: La Taberna de Moe, allí nos tomamos dos micheladas y emprendimos otra charla, para horas después acordar terminar en su cama, en su casa y haciendo el sexo más que el amor. Mira que yo te aconsejo no meterte con esa mujer, porque aclaro que lo que tiene de perversa y lujuriosa lo tiene de hongos en la vagina. Ahora estoy tomando pastillas, y untando pomada; lo hago del diario, y sinceramente no es un hábito que me agrade: debe ser con sumo cuidado y atención de tomar diario una tableta. Perdona que te diga estas cosas, yo sé que ella es tu muy amiga, pero yo soy tu carnal, y a pesar de que no me hablas muy bien, debo decirte que Elvira no es una blanca palomita, porque le vale saber que arruinó una vida, y piensa que proporciona valiosas experiencias a los jóvenes que no usan condón.


*Si la vez, no vayas a caer de nuevo en su sexo. Trata de dominar tus pasiones, tus arrebatos, tus violentos instintos cabales. Si te insinúa, pasándose la mano por el tirante de su sostén, no intentes tocarle las bubis, aléjate si es preciso, aléjate y lograrás más de lo que puedas en experiencia haber ganado con esa mujer. Trata de hablarle como amigo, recuerda que va a estar lista a salirse del molde y engullirte de un bocado, pero tú si alguna vez en tu vida has logrado sujetar tus pasiones y locos arrebatos, lo tendrás por bien servido para tus gustos y desapegos de llenar vacios obscuros en tu corazón.

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