domingo, 6 de febrero de 2011

Instrucciones para besarla por vez primera en el cine




Besar a una chica por vez primera en el cine puede resultar una experiencia muy relativa, y eso depende en gran medida del tipo de chica, la película proyectada, y el inminente besador.

Para darle pie y motivo a un instructivo como tal, se debería abordar la personalidad y el carácter de la dulcinea con la que te vayas a sentar a la butaca, a pasar palomitas y a “observar” la película.

Paso número uno, debes estar consciente que antes de ser prospecto y pretendiente debes ser su amigo. Dale a escoger el horario en que se verían en el cine, no la presiones con el tiempo, hazle de su elección la película. Aunque el rollo difiera en gustos y edades, ellas preferirán proyecciones románticas o de comedia; algunas más y tú por agarrarle la mano podrían escoger de miedo, suspenso o terror. Total, el siguiente paso es cargar el saldo de: boletos, palomitas, refrescos, crepas, y demás cusquerías a tu tarjeta de crédito; a veces es tan incomodo tener tanto en las bolsas del pantalón que obstaculicen el siguiente paso de acarreo. Obviamente, ese paso es el de sentarte relajado y poder tener el gusto de mover tus glúteos y tentáculos como mejor se adapte la situación y el acecho de llegar al beso. Pero no hay que ir tan rápido. El punto es de poco a poco; primero debes sentir sus labios, y eso se logra dándole las palomitas acarameladas en la boca, dale: una, dos, tres palomas, nunca intentes meterle la puñada de acarameladas, porque sino podrías frustrar el intento de reincidir en la humedad de sus labios. En algunos casos las palomitas caen sobre las rodillas de la chica, pero nunca de los nuncas vayas a tratar de recoger las palomitas de su falda, porque si lo intentas puedes resultar bofeteado, vituperado y además; bañado de palomas por doquier, aunque si accidentalmente lo has hecho, trata de arreciar el caos y el desborde con una disculpa y el ahuevamiento en tu lugar designado. ¡Tranquilo!, ya se le bajará el coraje, nunca intentes darle más palomitas ni siquiera hablarle, concéntrate en la película y reconoce que la has regado. ¡Mal plan!, si ya la tenías ganada, porque le habías olido el cabello, plantado dos que tres besos en las mejillas, y tomado de la mano. Tomarla de la mano es una cosa relativamente fácil, sólo debes coincidir en la bolsa de palomitas; o en otro caso decirle que el acto de terror o suspenso agitó tu corazón, ya verás que pronto uno y otra, se están tomando de la mano para seguir con las siguientes escenas. Total, es preferible que la película no esté subtitulada, porque allí la atención será volcada y no habrá gran oportunidad de que sus miradas tropiecen. Ahora, que si está subtitulada debes tener más habilidad para mirarla en cada escena. El cine es el lugar más indicado para plantar, robar, o acomodar un beso. Los acompañantes no se sorprenden si un par de “enamorados” intentan disfrutar un beso o han frustrado el intento del mismo. Ellos sólo de reojo podrían verte. Bueno, el siguiente paso es tratar de llevarla a tu hombro, le has tomado la mano y jugueteas con sus uñas postizas y con sus anillos, le besas las manos y le muerdes pulgares, pero no has podido robarle el beso de boca a boca, sólo instantáneos besos en una mejilla. No importa si la tienes recargada en tu hombro ya es cosa más que fácil, sólo debes mirarla y plantarle un beso en la mejilla, luego otro más cerca de los labios. Si vez que la chica se vuelve a alejar de tus labios (te evade); no insistas, ya has logrado enviarle el mensaje de que quieres algo más con ella, verás que saliendo del cine te aclara las cosas y en unas horas serán más que amigos. Pero, si la chica agarra la onda de disfrutar de unos besos en una de las películas más sonadas en su estreno, verás que pronto está pasando el encanto de una entrada al cine en un beso más que de a piquito. Total, el siguiente paso es, el de comportarse, puede haber dos que tres tocamientos de muslos y músculos, pero no más, porque aquí no estaría el instructivo más dispuesto para llegar más que, a un beso robado en el cine. Algunos que corren con suerte y colmillo, tienen la dicha de ver la misma película, ensayando y ensayando sus besos con tantas diferentes mujeres se tengan en su catálogo de prospectos, pero el beso en el cine puede ser un hecho: si se tiene la metodología, la cordura, y la sensatez de recibir tanto un besote, hasta un zarandeo y el vapuleo de tanto espectador les están gritando que se callen.

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