viernes, 4 de febrero de 2011

Instrucciones para besar a una primeriza




Entendiéndose como primeriza a la “chica” que ha visto los besos y nada que los aterriza en sus labios ni boca al menos, simplemente no sabe besar de boca a boca, sino sólo sabe el concepto de un beso Romeo y Julieta, porque lo ha visto más no sentido.

Besar a una primeriza puede resultar frustrante o medio satisfactorio. Yo podría instruirte con lo medio satisfactorio, obviamente no puede resultar un éxito todo lujuria besar a una niña que ni siquiera sabe del caso. Total, la cosa está en que algunas sólo cierran los ojos y dejan hacer; algunas más esquivan el primer intento, pero hay que pepenarlas del pescuezo y robarles a casi fuerza y cojones el primer beso, aunque puede resultar frustrante si la niña sabe karate o alguna técnica de bajos vuelos. Total, el chiste es que la primeriza debe medio aceptarte y no pedir auxilio, porque sino aquí no está el instructivo más acorde. A lo que voy es que, al dar el primer beso, la niña puede cerrar la boca y medio abrirla, algunas pueden dejarte todas sus babas y apestarte de a perro, el chiste no es ese, sino el poder decir que la niña se llevó algo de ti más que agradable, y tú lo disfrutaste con visos de dar pronto el siguiente paso. Bueno aldoc, hay que abrirle la boca poco a poco, y eso sólo se consigue tratando de darle cada vez más rápido los besos de a piquito: uno, dos, tres, y así sucesivamente, pronto verás que puedes sentir sus dientes con la punta de tu lengua, ¡pero cuidado! No vayas a pasar babas, ni clavarle la lengua tamaño reptil, sino sólo humedecer alrededor de sus labios, aprieta su labio inferior con los tuyos, da pequeños apretones pero no vayas a arrancarle la carne, ni jalarla al menos, sólo aprieta, yendo y viniendo, ora a la izquierda, ora a la derecha, verás que poco a poco ella va cediendo, y ni las manos, sus manos las pone contra su pecho, tú sólo debes abrazarla y decirle al oído; “abrázame”…, ya verás que si lo dijiste dulcemente, tendrás la suerte de que ella ya no se proteja el pecho, sino sólo pida que la beses, lento, lento, profunda, profundamente. Aunque puede resultar que si lo has hecho mal, ella te deje en el mismo lugar donde frustraste el intento y con el asunto salivando, y avergonzado poderle pedir otro intento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario