jueves, 17 de febrero de 2011

Libre


Tú me preguntarás mi estimado chino, por qué me encuentro sólo, y por qué no pienso madurar una relación. Me dices que vida sólo hay una, y es la que estoy viviendo, y en parte te doy la razón y en otra tanta me la reservo. Mira mi estimado, y hablo en respeto de tu matrimonio con la gringuita, y los ojos de tu vida, el pequeño escandalito. Mira, chino, yo sé que estoy en una edad madura y para pensarse. Y ahora va mi respuesta, no quiero tener esa voz que de dulce se torne a una obligada orden de asistencia. Yo sé que para prosperar una relación sentimental se requiere tiempo y comunicación, pero otro tanto tengo mis reservas. Quiero estar así y no sujetarme a mujeres que sé he amado, pero hasta allí. Quiero ser libre en pocas y recalcitrantes palabras. Que si quiero salir de México, que si quiero quedarme. No puedo estar avisando mis itinerarios, y mis cortas aspiraciones. Sé que a veces necesitamos entrar a una etapa de comprensión, de echar raíces. Pero sinceramente el matrimonio me da miedo…, he escuchado hablar de la calvicie, de las manchas de café, y la barriga satisfecha. No, yo mi querido chino, soy un ego centrista que, sólo miraría por su parte, yo no sé si como tú podría ser buen padre, buen marido, buen hombre. Estoy enfermo de poder, de éxito, de gloria, y de sexo, por qué no decirlo si mi natura es muy mía, muy diferente. Hay cosas en la vida que deben pensarse, y en mí formar una familia sí podría ser un sueño y una realización, pero ahora primero que nada quiero ser libre, ser libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario