domingo, 20 de febrero de 2011

Mujeres cotizadas


Ustedes mujeres, tan alzaditas, tan cotizadas, si bien que sabemos que sienten el mismo deseo por nosotros. A ustedes que les gusta jugar con el amor, con las citas, con las promesas a un corazón caído. Sí, todos somos iguales. ¿Y qué?, ¡no cambiaremos! Seguirán siendo las débiles, las inferiores, las pisoteadas. Yo no soy el que dijo, pobre de ella, pero sí, pobres de ustedes. Hoy todas me han herido, y quisiera ser un auténtico misógino, pero considero a mi madre. ¿Qué hay mujeres superiores que yo? ¡Felicidades! Yo no soy, pobre de ella. ¿Qué si estoy frustrado y al borde de mi locura? Pues sí, hoy todas me han fallado, mi madre, mis hermanas, y las demás que por nombre se consideran mujeres. ¿Qué tal vez mañana se me pase el berrinche? Pues puede. Aunque, hoy no soy el más grande del mundo, ni el más galán, ni el todo poderoso; hoy no tengo amigas, novia, hermanas, madre. Hoy y en días que vienen disfruten de mi indiferencia, no es una promesa, ni un aviso, sino un hecho. Que ni me hablen, porque se me sale lo machista y las mando a chiflar a la loma, a su madre.

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