jueves, 1 de noviembre de 2012

Tatuajes en una puta

Sólo porque te estimo, querido lector, voy a contarte mi teoría: Una puta hay que distinguirla por sus tatuajes, y el lugar en donde estos se encuentran. Existen variados tatuajes como variados son los gustos de las putas. Hay jóvenes que usan tatuajes como gustos para mujeres ya recorridas. Pero no así vamos a dejar de clasificarlas en el rubro que se encuentran. Y he dicho que una puta hay que distinguirla por sus tatuajes, los tatuajes de una puta son variados, desde una pequeña florecita hasta una anaconda viajando a partir las bubis hasta la zona erógena. Hay diferentes lugares donde puede allanar la vista para observar a una puta; vemos tatuajes en los brazos, en el cuerpo, en el abdomen, en las piernas, detrás de la espalda y en la cintura hasta bajar en los tobillos. Sea cualquier lugar del cuerpo se coloquen las grafías estas mujeres, no dejan pasar inadvertidas, se huelen los tatuajes en las plazas, en los corredores, en las calles aglomeradas de gentes, y en los pasillos desiertos. Vamos a la práctica, estimado presente, ¿Has pensado en acercarte a una mujer de estas, en plena vía publica por el simple hecho de haber identificado sus tatuajes? Posiblemente la has observado, y eso no te quita meritos como buen observador. Pero a lo que voy es a cumplir un cometido. No basta distinguir a una puta para conocer de tatuajes, pero si no es tu iniciativa conocer de tatuajes y lugares se puedan colocar, dejémosle para otra lectura. No es mi objetivo caer en malas interpretaciones. Como llegue me voy, sólo dejado en el tintero la propuesta. Ya habrá una buena clasificación de tinturas en zonas y sujetos que nada más las usan por el simple hecho que a mí no me importa.

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