lunes, 5 de noviembre de 2012

La culpa del sidoso

Yo contraje SIDA por andarme metiendo en lugares que no. Ahora sufriré sus consecuencias. Toda nuestra vida la cambiamos por un momento, por la curiosidad, el desacato y el desenfreno. Probé, dí, y conocí muchas formas de hacer el sexo. Qué fortunas, trabajo, amigos y tiempo; algunas veces corrí con la suerte del primerizo. Robé y escondí, use todo medio para lograr mi objetivo. Me depravé en la palabra y su extensión, violé edades, limites y respeto. Merezco el escudriñamiento del omnipotente, por ser la bajeza y el mal ejemplo. No tengo cara para dar consejos, ni menos escribirles, tengo en mi boca la culpa de seguir vivo. No podré seguir en pie ni menos escribiendo. Voy hacer uso de este frío metal, y acabar con lo que por mi culpa se desató y ya hubo muertos.

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