viernes, 16 de noviembre de 2012

23 balazos

Le voy a atorar, viejón. No hay de otra que pegarle a la vida tal y cual ella me ha pegado. Quiero que me enseñes ha hacer esos jales que todo mencionado y sonado cartel entiende. Me voy a animar a llevar mi Cooper eléctrico y pasarlo por la línea de Arizona; lleno de drogas y esos rifles largos y matagente. Dime qué hago, espero tu voz de mando, tus contactos que tanto me has apalabrado. Quiero aprenderme tus claves y tus comandos para pasarme por el arco del triunfo a esos Federales, municipales del Estado y tanto guacho custodia y hace operativos y graciosos retenes. Tú sabes que yo no me ando por las ramas, que ando con el tiro arriba, la 5.7 al cinto y éstas radios bien mamalonas; listo para en la arena brincar, sortearme las balaceras y demostrarte que garbanzo de a kilo se jugará la vida contigo. El rollo es que me gusta trabajar macizo, astuto y rifado hasta la muerte. Conozco de aduanas, de líneas, de aeropuertos. Me he infiltrado en plantíos de amapola y marihuana de carteles peligrosos; poco sabré de Alfredo Beltrán, Guzmán Loera, Joaquín y tanto tío se movía en caravanas y variadas terracerías en la obscuridad de la sierra sinaloense. Pero quiero aventarme el jale, jugarme la vida, forrarme de billetes y enfierrarme hasta los dientes. Quiero otra vida contigo, que me enseñes esas millas recorridas por tu jale. Quiero morir o matar, levantar gente, apagarles la velita, empercherarme hasta el diablo. ¿Qué dices? Cuidaré mi boca, que ni canturreando, ni pisteando se me soltará la lengua, te prometo mi sangre, viejón. Juro que conmigo no habrá fallas, que la raza cabrona no me truqueara confesión alguna. Tengo contactos de aduanas, aeropuertos, federales y uno que otro coronel. Cuenta conmigo, viejón, tengo una troca perrona, equipada, blindada y polarizada. Dime que soy tu efectivo entre varios boludos y pelones que se mueren en la raya. Cuentas conmigo para darle al gobierno y a los contras. ¡Fierro! enfréntame con esa gente de cuidado, con aquellos de esas armas importadas, curadas y sofisticadas; calibre cincuenta y lanzagranadas; con esa gente, Chayanne del año y Hummer equipada. Me gusta tu vida, viejón, y no por lo de pistear y pistear, ni por toda la plevada que gusta de mariguana, perico, mota y buchana´s, sólo es que me quiero ir para arriba, trabajándoles macizo entre la lluvia de balas de alto poder y mis comandos guardándome las espaldas. Quiero tu respuesta, viejón, dime que soy el efectivo, para dejar mis plebitas y pilotearme hasta España. En fin, viejón, platícale de mí al comandante, ofrécele mis servicios, mis ganas de morir en la raya; arriesgando de nuevo mi vida a cualquier jale que haya desde Navojoa a Mexicali.

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