jueves, 1 de noviembre de 2012

La princesa y modelito

Tenía que toparme con una niña modelito. Claro, no por algo está bonita, le gustan los tacones y levanta la vista al pasear por la calle. A esas mujeres les gusta que les aplaudan, que a cada rato les estén resaltando con miradas sus atributos. Reconozco que la niña es bonita y sonríe tan lindo que me destornilla el corazón. Hoy le canté en el karaoke, y le regalé una rosa; creo que eso le gusta, le gusta que la vean, que le hagan caso, que la miren. Hoy frente al mar caminé con ella, traía tacones, pero la ventaja de esta mujer es que no se siente inalcanzable. Hay momentos que te mira con los pies en la tierra. Ella sabe que me gusta; yo sé que le gusto. Pero dice ella, hay que conocernos. Pero yo no tengo tiempo, esas mujeres me conquistan, y yo no quiero ser conquistado, porque siempre sufro. Así que veo mi ventaja es, la experiencia y la edad. La cortejaré con divino plumaje, pero realmente la acecharé como lobo hasta que caiga. Ella sentirá que soy su juguete, pero qué pasa cuando le quitan un juguete a un niño, y luego se lo vuelves a enseñar, nada más y nada menos que el niño lo quiere. Así me mostraré, un día no, el otro no, y el otro sí. Nunca todo a la princesa, porque a las doce puede vencer el hechizo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario