jueves, 1 de noviembre de 2012

Mujeriego, poeta y soñador

Enamorarse de dos mujeres es catastrófico, pero de tres es terrible. No sé si podría enamorarme de cuatro, esos ya es enfermo y deprimente. Suelo complicarme la vida con amores difíciles. Las mujeres dicen mis manos son una tentación y un suplico no poder alcanzarles. Yo cuando era un niño tuve deseos de besar a mi madre y seguir acariciando sus pechos, hoy todas las madres son madres, y todas las mujeres las declaro mis madres. En fin, pero el amor tiene sus variedades, hoy es amar a una y al otro día amar a las otras dos. ¿Quién diría que no le gustan las mujeres? Al menos los hombres con gustos de mujer adoran e imitan a las mujeres: otros sólo gustan servirse de ellas. Yo me declaro mujeriego, poeta y soñador, un día sueño con una y en sueño despierto con dos. Válgame vanagloria el saberme rodeado de mujeres que intercambien caricias y besos por palabras dulce y azucaradas.

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