Una mujer sólo te puede pedir perdón. El amor da asco, porque limita y choca. Vivir en pareja es el error que a mi persona nunca deseo cometer, porque me corta las alas y me impide soñar. Puedes vivir enamorado una semanas, unos meses, pero no años, eso sí es denigrante a jaulas y a encierro. El amor de los casados es para los débiles y cegados de la mente. Venimos a vivir y a disfrutar de los momentos, los momentos deben ser variados, y diferentes; no aglutinados con la misma persona. Hartos debemos estar de vivir viendo horizontes compartidos con la misma mente y monotonía. Tener una pareja te impide volar y descubrir tu rumbo como densidad del aire. Fin a la toma de tus decisiones, fin a los nuevos proyectos que no sean engendrar, alimentar y ponerse gordo para complicarse la vida en pasar gastos y costos, pero nada de disfrutar de una buena vida como ciertamente lo mereces. Nada de gozar de tu libertad. Así concluyo cual manifiesto, que el matrimonio no es para un servidor, mucho menos para quien quiera caminar por el mundo con el panorama abierto, sin neblinas y limitación que conlleva amarrarse a la voluntad y voluntades que atracan y oxidan tu libertad.
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