lunes, 5 de noviembre de 2012

El galán que soy

Ya no puedo con estas mujeres, me complican, me cansan. Viene una detrás de la otra. Tengo que andar besando de una y otra boca. Les paso una y otra evidencia: la sangre de una virgen en el colchón, la cuquita en el pelo, el shampoo y el acondicionador; y ni una quiere darse cuenta, creen en el amor. Estoy cansado y tengo que ir a besuquear a una. Tengo ganas de descasar, de reposar el rostro, de dormirme. Hoy tuve tiempo suficiente para llenarme de ilusiones y falsas esperanzas. Volé un cometa en el malecón, pisé la arena caliente y me impulsé con las olas más grandes, comí el pescado más grande; con el jitomate más grande y absorbí en mi piel el sol más grande. Hoy me hice carbón abrazando uno de los culos más grandes y rechiflados por estos lares. Hoy no tengo rostro para purgar mis acciones. Aunque tengo que salir a abrazar a la otra chiquimami. No tengo corazón.

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