lunes, 7 de marzo de 2011

Pido perdón, señor



Señor, necesito hablar contigo, señor, necesito hablar con usted, y es que he renegado de su nombre. Hay momentos de frustración y yo le negué como mi Dios, como el padre que nunca tuve, luego lo hice comercial, y lo subí al facebook, no volverá a pasar, señor, no volveré a hacer pública mi negación. Al menos, no gritándolo a los cuatro vientos que le he perdido un poco la fe, que soy un hijo extraviado que quiere volver a pronunciar su nombre. Pido perdón mis desplantes, pido perdón haberlo hecho a un lado en mis oraciones, yo bien quisiera recuperarme al momento de los golpes de la vida, de esos porrazos que me tumban para costarme el levantarme. Tú que me has puesto una sonrisa en la boca, y una pluma en la mano, te pido me perdones como hijo que quiere volverte a dirigir sus oraciones, porque sin ti se siente más solo, porque sin ti no tiene a quien mirar cuando duerme. Pido perdón, señor, vuélveme a acoger en tus manos inmisericordes, a este hijo que en mal momento renegó de ti.

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