jueves, 17 de marzo de 2011

El amor a primera




Yo a eso del amor a primera vista no le entiendo. Claro, sé que debe ser como un flechazo, o un vacío en el estómago lleno de maripositas, pero como que a mí no se me da eso de quedar prendado de la Dulcinea y ella de mí. Creo en la atracción, en el cruce de miradas, y en esa ráfaga momentánea en que pueden gustarse. Pero creer en el amor a primera vista creo es una cursilería, hay atracción, sí, pero tanto así como luego sentir que se abre la tierra bajo tus pies cuando ella te mira, pues no. Tal vez ya estoy viejo para sentir ese dulce mareo, tal vez en mí funcione a la inversa el amor. Total, de una cosa si estoy cierto, y es que en mí funciona más la atracción, puedo mirarla y voltea, puedo flecharla y desaparecer. Pero para decir que en mí el amor a primera vista ha acometido su flecha, pues, por ahorita todavía no. Y tal vez nunca me enamore de sopetón, porque creo yo que el amor a primera vista es para los corazones inmaduros, esos corazones que les gusta sangrar por todo, yo no le hago a ese amor, prefiero salir avante y nunca entregar mi corazón, y si es una mirada, pues que sea más lo físico y la atracción, más no eso que duele si te avasalla con su copa y su arpón.

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