domingo, 3 de abril de 2011

Dejar de hacer



Hay que dejar esta tonta pasión de escribir, empacar las maletas y salir a conocer el mundo, porque estoy harto de sólo inventar y relacionarme contigo en páginas. Yo sé que no hice mucho con esto de oficio de las letras, sólo unos cuantos libros que dichosos se deben de sentir de sus cuantos lectores. El punto es dejar de hacer, y hoy me he decidido cambiar la rutina de las letras por preocuparme de vivir, por dejar de mentir cosas que escribo y nunca existirán, ni existieron. Total, me voy aflojando el paso y la cadencia de esta pluma para que el oficio de escribir que tuve en dos, tres años, terminé por coagularse y encuentre a otro más virtuoso que yo, para que lo inspire y no lo haga batallar tanto con la traspiración.

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