Ya no sé ni describirte esto que siento, madre, me pudro de soledad certera, de soledad. Ya no soy el mismo, ya perdí mi esencia, ya no puedo más. Necesito a todos, o tan sólo a ti. Ya no puedo estar aquí. Arráncame de este tonto empeño, llámame a tu lado que, yo te abrazaré para nunca dejarte orbitando por allí, sola y sin mí.
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